"Nubes Rojas"
Observé tranquilamente la tarde, como se iba Día. Me sentía mal, pues una vez más, El Señor Sol se ocultaba detrás de Horizonte, y en cuanto apareciera la Señora Noche, me sentiría frió y solo. Vagué por el camino de Tiempo, pues él siempre se encontraba ocupado y no me molestaría hoy, hasta que tuve una idea maravillosa. Arriesgado, pero inteligente, con muchas posibilidades de fallar, pero decidido a obtener lo que yo amaba, me escabullí de Mala Suerte un rato, sabiendo que ella me buscaría en el lugar equivocado (pues hoy no saldría a verla), y emprendí mi búsqueda. Vagué otro tanto hasta que El Tiempo me trajo la luz nocturna, a la Señora Noche.
-Disculpa,... Disculpa... ¡Disculpa!- Grite hasta que la anciana me escuchó por fin.
-Ho! perdona, joven, es que estaba mirando hacia el oeste. ¿Hace ya mucho que se ha ido? ¿Crees que lo alcanzaré hoy?
-Pues, si... hace bastante ya hoy. Tal vez si espera lo suficiente lo vea junto a Amanecer. Siempre aparecen juntos.
-El Tiempo me apura joven, ya sabe como es él de malhumorado cuando las cosas se retrasan... tal vez mañana...
-Señora Noche, ¿podría pedirle un favor?
-Dígame Luna, joven. ¿Que es lo que deseas?
- ¿Podría pedirle prestado dos Estrellas? Tengo una idea... y quisiera su ayuda. -¡¿Dos Estrellas?! ¿Muchos buscan su vida entera una sola y tú quieres dos? No puedo hacer eso joven. -Por favor... solo será un momento. No es para mí, es para hacer la imagen más bella. -Pues tu tristeza me conmueve algo... y siempre te veo tan solo y melancólico.. UF! Se que lo dices con franqueza, así que solo esta vez te ayudare. Pero deberás decirme que quieres hacer con ellas. -Pues bien... -luego de contarle mi plan, Luna se sintió tan conmovida, que decidió darme sus dos mejores y más brillantes estrellas.
-¿Y crees que funcionara? -Tengo que intentarlo.
Caminé un poco más lejos entre los senderos de Tiempo, hasta que llego Amanecer, y procedí a pedirle a él la siguiente pieza para mi plan.
-¿Mis nubes rojas? ¿Porque mis nubes rojas? ¿Sabes acaso lo que me cuesta cultivarlas? No son para cualquiera sabes.. -dijo con cierto tono inquisidor.-¿Y para que las querrías de todas formas?
Le comente varias veces mi plan hasta que el muy testarudo lo entendió.
-JA! Te daré las nubes que necesitas. Pero no te servirán de nada, ¿sabes? Mala Suerte no se descuida fácilmente, especialmente contigo. Siempre te está vigilando.
Con ambas estrellas y un puñado de nubes rojas en mi bolsillo, me dedique a caminar un poco más hasta encontrarme con el Señor Sol.
-Hola Señor Día, ¿como se encuentra hoy? Luna lo anduvo buscando toda la noche, y espera verlo mañana junto a Amanecer.
-¡¿En serio?! ¿Ella me ha estado buscándome? ¡Ho Dios! Tendré que vestirme bien de mañana. Aunque no se porque lo hago. Si ella no se interesa por mí, y siempre pasan días enteros hasta que se decide a verme. Vale, si desconfío que realmente me quiera.-Dijo ruborizado con mucho preocupación.
-Oye tranquilo, no hace falta tanto alboroto, que estamos con Invierno y no nos hará falta calor hasta que Primavera decida venir. Créeme, ella si te quiere, es solo que ella se ocupa de cuidar la noche y las estrellas, y no puede escaparse mucho de Tiempo. Pero ella siempre hace el esfuerzo de adelantársele para poder llegara al Día antes y pasarlo contigo.
-Vaya muchacho… que me has abierto los ojos. Tenéis razón, ella siempre esta escapando de él, no de mi... Muchas gracias. ¿Puedo hacer algo por ti en regreso?
-Quería pedirte por favor, tu más calido y acogedor rayo de sol, solo por unos minutos, para... -Y cuando termine de contarle mi plan, Sol rió fuertemente y me dijo:
-Vale. Tu también tienes problemas, ¿ha? Bien, te lo daré, pero solo porque es invierno y no lo uso mucho.
-Muchísimas Gracias señor...
Y partí. Con el cálido rayo de sol, ambas estrellas y un puñado de nubes rojas. Busqué durante unos minutos a Viento, pues el siempre anda detrás de Brisa y estaba seguro que me ayudaría sin problemas.
-Hey, necesito que moldees esto con la forma de mi amada, ¿puedes hacerlo?
-JA! por supuesto, Sabes que el poderoso Viento puede hacerlo todo. ¿Haz visto a Brisa? La estuve siguiendo hasta hace unos momentos, pero se ha escondido de mi. Ella es tan... tan... ¡Dios! Es lo mejor que he visto. -Dijo con ojos lujuriosos y comenzó a trabajar. Tomo las más bellas estrellas para crear los ojos de mi amada, tomo las nubes he imitó su hermosa piel, sus suaves cabellos y su curva y atractiva figura. Y con el acogedor rayo de sol, le dio calidez a su piel, a su voz y a su dulce rostro.
-Muy bien, ahora ve, poderoso y veloz viento, y distrae a Mala Suerte, que no quiero que me alcance hoy.
Dicho y hecho, Viento corrió como el mejor. Y yo corrí hacia ella, que observándolo a él con obligación, yo se que en realidad espiaba hacia mi con cariño. Y deje que me observara entre las nubes, escondida en cielo, casi inalcanzable para mí. Pero hoy no, hoy bastara mi sola mirada para decirle a ella cuanto la amo. Y sé que vendrá hacia mi.
-Disculpa,... Disculpa... ¡Disculpa!- Grite hasta que la anciana me escuchó por fin.
-Ho! perdona, joven, es que estaba mirando hacia el oeste. ¿Hace ya mucho que se ha ido? ¿Crees que lo alcanzaré hoy?
-Pues, si... hace bastante ya hoy. Tal vez si espera lo suficiente lo vea junto a Amanecer. Siempre aparecen juntos.
-El Tiempo me apura joven, ya sabe como es él de malhumorado cuando las cosas se retrasan... tal vez mañana...
-Señora Noche, ¿podría pedirle un favor?
-Dígame Luna, joven. ¿Que es lo que deseas?
- ¿Podría pedirle prestado dos Estrellas? Tengo una idea... y quisiera su ayuda. -¡¿Dos Estrellas?! ¿Muchos buscan su vida entera una sola y tú quieres dos? No puedo hacer eso joven. -Por favor... solo será un momento. No es para mí, es para hacer la imagen más bella. -Pues tu tristeza me conmueve algo... y siempre te veo tan solo y melancólico.. UF! Se que lo dices con franqueza, así que solo esta vez te ayudare. Pero deberás decirme que quieres hacer con ellas. -Pues bien... -luego de contarle mi plan, Luna se sintió tan conmovida, que decidió darme sus dos mejores y más brillantes estrellas.
-¿Y crees que funcionara? -Tengo que intentarlo.
Caminé un poco más lejos entre los senderos de Tiempo, hasta que llego Amanecer, y procedí a pedirle a él la siguiente pieza para mi plan.
-¿Mis nubes rojas? ¿Porque mis nubes rojas? ¿Sabes acaso lo que me cuesta cultivarlas? No son para cualquiera sabes.. -dijo con cierto tono inquisidor.-¿Y para que las querrías de todas formas?
Le comente varias veces mi plan hasta que el muy testarudo lo entendió.
-JA! Te daré las nubes que necesitas. Pero no te servirán de nada, ¿sabes? Mala Suerte no se descuida fácilmente, especialmente contigo. Siempre te está vigilando.
Con ambas estrellas y un puñado de nubes rojas en mi bolsillo, me dedique a caminar un poco más hasta encontrarme con el Señor Sol.
-Hola Señor Día, ¿como se encuentra hoy? Luna lo anduvo buscando toda la noche, y espera verlo mañana junto a Amanecer.
-¡¿En serio?! ¿Ella me ha estado buscándome? ¡Ho Dios! Tendré que vestirme bien de mañana. Aunque no se porque lo hago. Si ella no se interesa por mí, y siempre pasan días enteros hasta que se decide a verme. Vale, si desconfío que realmente me quiera.-Dijo ruborizado con mucho preocupación.
-Oye tranquilo, no hace falta tanto alboroto, que estamos con Invierno y no nos hará falta calor hasta que Primavera decida venir. Créeme, ella si te quiere, es solo que ella se ocupa de cuidar la noche y las estrellas, y no puede escaparse mucho de Tiempo. Pero ella siempre hace el esfuerzo de adelantársele para poder llegara al Día antes y pasarlo contigo.
-Vaya muchacho… que me has abierto los ojos. Tenéis razón, ella siempre esta escapando de él, no de mi... Muchas gracias. ¿Puedo hacer algo por ti en regreso?
-Quería pedirte por favor, tu más calido y acogedor rayo de sol, solo por unos minutos, para... -Y cuando termine de contarle mi plan, Sol rió fuertemente y me dijo:
-Vale. Tu también tienes problemas, ¿ha? Bien, te lo daré, pero solo porque es invierno y no lo uso mucho.
-Muchísimas Gracias señor...
Y partí. Con el cálido rayo de sol, ambas estrellas y un puñado de nubes rojas. Busqué durante unos minutos a Viento, pues el siempre anda detrás de Brisa y estaba seguro que me ayudaría sin problemas.
-Hey, necesito que moldees esto con la forma de mi amada, ¿puedes hacerlo?
-JA! por supuesto, Sabes que el poderoso Viento puede hacerlo todo. ¿Haz visto a Brisa? La estuve siguiendo hasta hace unos momentos, pero se ha escondido de mi. Ella es tan... tan... ¡Dios! Es lo mejor que he visto. -Dijo con ojos lujuriosos y comenzó a trabajar. Tomo las más bellas estrellas para crear los ojos de mi amada, tomo las nubes he imitó su hermosa piel, sus suaves cabellos y su curva y atractiva figura. Y con el acogedor rayo de sol, le dio calidez a su piel, a su voz y a su dulce rostro.
-Muy bien, ahora ve, poderoso y veloz viento, y distrae a Mala Suerte, que no quiero que me alcance hoy.
Dicho y hecho, Viento corrió como el mejor. Y yo corrí hacia ella, que observándolo a él con obligación, yo se que en realidad espiaba hacia mi con cariño. Y deje que me observara entre las nubes, escondida en cielo, casi inalcanzable para mí. Pero hoy no, hoy bastara mi sola mirada para decirle a ella cuanto la amo. Y sé que vendrá hacia mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario